Conozca Sewell, el último pueblo chileno en ser declarado Patrimonio de la Humanidad
Es probable que algunas de las razones por las que la gente decide venir a Chile sean la impresionante cordillera de los Andes, el increíble encanto del desierto de Atacama y los maravillosos paisajes Patagónicos.
A pesar de que los paisajes geográficos de nuestro país por sí solos sean una gran razón, su patrimonio cultural es igual de atractivo. En la actualidad, Chile cuenta con cinco lugares que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los imponentes Moai de Isla de Pascua ya son bastante conocidos, al igual que el colorido puerto de Valparaíso, las iglesias de madera de Chiloé y las oficinas salitreras de Humberstone en el desierto de Atacama, al norte de Chile. Por último tenemos el pueblo minero de Sewell, un sitio designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y el último de ellos en obtener este título.
"(Sewell) es la ciudad de las escaleras," dice Mario Donoso, director de marketing de las oficinas de Sernatur en Rancagua."Es un testimonio de la historia minera de nuestro país."
Sewell y sus estructuras de madera de brillantes colores que parecen desafiar la gravedad se encuentran en un cerro cerca de El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del mundo. El ángulo de las calles del pueblo hace imposible que transiten automóviles por ella. En cambio, una serie de escaleras en zigzag permite que la gente se mueva entre las cuestas. Algunos de los edificios más fascinantes del lugar son el Gran Hospital, construido en 1919, la iglesia que data de 1927 y la Escuela Industrial, construida en 1940, en cuyo interior hoy se encuentra el museo de la Gran Minería del Cobre.
Recordando Sewell
A 2000 metros sobre el nivel del mar, aferrado a un barranco andino, el pueblo de Sewell tiene una larga y rica historia debido a su cercanía a El Teniente, una mina de cobre que ha llamado la atención del mundo entero por siglos. Se cree que desde los siglos XV y XVII grupos indígenas extraían cobre de este lugar, cosa que los españoles siguieron haciendo. Luego, la mina permaneció inactiva hasta justo antes de que comenzara del siglo XX.
En 1897, estudios revelaron que el área tenía muchísimo potencial para la minería, pero que requería una gran inversión. Ante esto, se invitó a William Branden, un ingeniero de los Estados Unidos, a invertir y construir la infraestructura de la mina. Para 1905 el proyecto ya estaba en marcha.
Los hermanos Guggenheim compraron la mina en 1915 y así la actividad dio comienzo en el lugar. Para 1950 El Teniente ya era la mina subterránea de cobre más grande del mundo y Sewell albergaba a cerca de 15.000 residentes.
Sin embargo, no todo en la historia de Sewell es prosperidad. En 1945, un devastador accidente quitó la vida a 355 mineros, cuando un incendio en la entrada de la mina emanó gases tóxicos a través de los pozos mineros, lo que hoy se conoce como "La Tragedia del Humo."
El Teniente se nacionalizó en 1967 y pasó a formar parte de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (CODELCO). Desde ese entonces, se empezó a planear la mudanza de los residentes de Sewell al valle, para que estuvieran mejor. Sewell fue abandonada en 1980 y por poco también demolida. El Gobierno de Chile reconoció el valor cultural del lugar y lo declaró monumento nacional en 1998 y, finalmente, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2007.