Salto del Petrohué. Maravilla Natural.
Puerto Varas cuenta con panoramas para varios días. Caminar por la orilla del lago con vista al volcán Osorno, pasearse de restaurante en restaurante disfrutando de la gastronomía sureña, recorrer las tiendas gourmet y de artesanía, conocer la historia local en sus museos, vivir la animada noche del Llanquihue y sorprenderse con los alrededores: maravillas naturales y pueblos apacibles con encanto alemán.
Una entretenida escapada es partir a Ensenada, a 45 km al este de Puerto Varas por una pintoresca carretera bordeando el Lago Llanquihue. Este pequeño poblado tiene hosterías, agencias de viajes para recorrer el entorno y cafeterías, todo con el clásico estilo alemán de la zona.
En las afueras del pueblo, está la entrada al Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, un imperdible del sur de Chile. Es el primer parque que se creó en Chile y su encanto está en sus bosques de canelos, arrayanes y coigües, sus senderos bordeando el Lago Todos los Santos de aguas color esmeralda y donde es posible encontrarse con los esquivos pudúes (pequeño ciervo chileno) y pumas. Pero su mayor atractivo son los sorprendentes Saltos del Petrohué, a 20 minutos de Ensenada.
Los saltos son los desagües en el Río Petrohué de las aguas del Lago Todos Los Santos, las cuales caen entre rocas de origen volcánico que forman inmensas pozas naturales.
Estos forman una torrencial y espumosa cascada a través de un cañón de roca volcánica excavado por la lava. Lo mejor es admirarlo de cerca, contratando uno de los circuitos en jet boat. Un espectáculo excepcional. Aquí se puede hacer barranquismo, rafting y kayak.